El patrocinador aconseja

Dentro del capítulo "consejos del patrocinador", y ahora que se acerca el momento de volver a disfrutar de uno de nuestros deportes favoritos, nuestro proveedor oficial de golf, Hoyo 0, nos da una serie de pautas para mantener nuestro equipo en las mejores condiciones posibles, lo que permitirá alargar la vida útil de los palos y facilitará desarrollar nuestro mejor juego. Esta información sirve para el cuidado en casa del material, ya que si no hay cambios con respecto a la información facilitada por las autoridades, el protocolo publicado por la RFEG prohíbe la limpieza del material propio en el club.

EL GRIP

Es una parte importantísima de nuestro palo, por eso debemos de cuidarlo y tratarlo. Una forma muy sencilla de mantenerlos es la de poner un poco de agua tibia con jabón neutro en un cubo y posteriormente cepillarlo con un cepillo de cerdas no duras. Un cepillo de dientes nos valdría sin problema, pasándolo con firmeza por todas las partes del grip para que esa grasilla que se impregna desaparezca; después secarlo bien con una toalla, siempre sin calor (no utilizar más que una toalla o un paño de algodón), y repetir el proceso con todos los palos.

CABEZAS Y VARILLAS

Es elemental limpiarlas siempre, ya que de ello depende la interacción que tiene la cabeza del palo con la bola. Un palo con las estrías limpias y bien cuidado genera más distancia en la bola y más spin.

• CABEZAS.

Sumergir la cabeza del palo en agua tibia con jabón neutro durante unos minutos, limpiar bien las estrías con un cepillo de cerdas duras o de metal y posteriormente secarlas bien. Si observamos que todavía quedan restos se debe repetir la operación, y si se dispone de algún electrodoméstico o aparato de vapor también sería interesante utilizarlo, para sacar todo resto de suciedad y darle una apariencia nueva a los juegos.

• LAS VARILLAS. 

Simplemente debemos mantenerlas en buen estado y sin restos de óxido (las de acero). Es un elemento más fácil de mantener en buenas condiciones, y con limpiarlas de vez en cuando y sobre todo secarlas muy bien sería suficiente. Si vemos que tienen restos de óxido, podemos coger un trapo húmedo con jabón neutro para limpiarla, y después aplicar un trozo de lana metálico para que desaparezca. Con esto estamos contribuyendo a que nuestras varillas sean más longevas.